lunes, 3 de febrero de 2014

EL HIJO DEL CAMPESINO

Había una vez un campesino que se pasaba todo el día  trabajando la tierra, solamente tenía un hijo que le ayudaba lo que podía y que era muy listo.  Un día dijo el  campesino a su hijo:
-" Me he enterado que nuestro señor el Rey  será muy generoso con aquel de sus siervos que sepa resolver el acertijo que él le proponga."
- El hijo inmediatamente dijo a su padre que sí, que él se presentaría ante el Rey y trataría de adivinarlo. Se dirigió a palacio, se presentó ante el Rey y éste le preguntó que si era realmente  tan listo como tenía oído, él sabría resolverlo, y que si lo resolvía, él le nombraría su consejero y libraría a su padre de las pesadas tareas del campo.
 - Acto seguido, le propuso el siguiente acertijo que se prestaba a la confusión entre una cosa y la contraria:
 “Son amigos del invierno, pero les gusta un poquito el calor; parecen dormidos, pero están  despiertos; son pequeños, pero grandes a la vez; pueden ser duros y rugosos, pero  también tiernos y de cutis liso…Están de pie, pero no tienen piernas ni pies; agarran, pero no tienen manos ni dedos…”
Y añadió el Rey:
-“Rugoso o liso. ¡No puedo ser más preciso!. Si puedes resolverlo preséntate  aquí con la respuesta y te nombraré mi consejero y traeré a tu padre a palacio”.
Entonces el hijo del campesino marchó corriendo a su casa, habló con su padre, y luego se dirigió al granero, cogió  un  pequeño saquito, y metió dentro un puñado de semillas duras y rugosas. Después, un recipiente con agua y una maceta que llenó con la mejor tierra de su huerto. Al día siguiente regresó con todo ello a palacio, tomó las semillas del saco, las enterró en la maceta, las regó y se despertaron, de modo que si estaban rugosas al hidratarse se volvieron lisas, y si  duras se ablandaron y germinaron. Poco a poco fueron dejando de ser pequeñas, desarrollando raíces (los pies) y al cabo de varias semanas tallos (las piernas), y en ellos  zarcillos para sujetarse (las manos y los dedos), y así estaban de pie, pero sin piernas ni pies y agarradas, pero sin manos ni dedos. El Rey reconoció que había resuelto el acertijo y desde ese día vivieron en palacio muy felices el campesino y su hijo.
¿Sabríais resolver de qué se trata? ¿Quién de vosotros/as podrá decirlo?... En verdad, parece imposible, es como reír y llorar a la vez, pero… ¿a quién de vosotros/as no le ha pasado alguna vez una cosa y su contraria? Leed atentamente la poesía que tenéis debajo y veréis que sencillo y fácil es:

J.Mª.C. 



RUGOSO O LISO

Rugoso o liso,
se siembra en otoño
y brota en invierno.

Rugoso o liso,
se come muy tierno.

Rugoso o liso,
 de flores muy blancas
cual copo de nieve,
en vaina muy verde
creció en primavera.

Rugoso o liso,
le gusta a cualquiera.

Rugoso o liso
uno  junto a otro,
muy apretaditos.

Rugoso o liso,
siempre redonditos.

Rugoso o liso.
“Lee con atención
la estrofa siguiente”.
Uno de sus versos
guarda la solución.

Rugoso o liso,
ya sea en tu casa 
o en los restaurantes,
si los quieres probar
te los guisan antes.

¡Qué ricos están!
Rugoso o liso
¡No puedo ser más preciso!

¿Qué serán?

 ¿Lo has adivinado?



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